CAMINANDO PASO A PASO

domingo, 20 de marzo de 2011

Ruta Soto de Luiña - Las Palancas - Cadavedo








La Ruta de hoy, nos llevará por el Camino de Santiago en la etapa que discurre entre Soto de Luiña y Cadavedo por el interior.


El tiempo está fresco, y las oscuras nubes que cubren a trozos el cielo, no nos ha permitido disfrutar de un amanecer tan luminoso como anunciaban las previsiones.










Nos reunimos en Cadavedo para dejar un coche y tomar como punto de partida Soto de Luiña. Más concretamente desde el cruce con la carretera de Oviñana ……..Tomamos como referencia la primera concha del Camino de Santiago, y dejando un Hotel Restaurante muy coqueto a nuestra izquierda, nos adentramos por una empinada pista en el monte poblado de abundantes pinos y eucaliptos.






Terreno dificultoso para empezar la mañana. Las abundantes lluvias han surcado en la pista unos canales profundos, que no permiten despistarse ni desviar la vista del suelo para evitar caídas….Ramón, pueda dar fe de ello, que con un traspiés….aterrizó a primerísima hora. Afortunadamente, quedó todo en una anécdota.
Continuamos la marcha cuesta arriba, siguiendo las conchas y flechas amarillas como símbolos del camino a seguir.



Estamos recorriendo la Sierra de Troncedo. Encontramos el sendero totalmente descuidado, sin limpiar y con abundante maleza y toxos, que dificultan nuestro caminar, solo reconfortados por los pinos y algún roble que nos rodea. A codazos entre las nubes, sale el sol y nos regala un cielo de un azul intenso, que nos acompañará toda la mañana con una temperatura muy agradable.







Abandonamos las pistas del monte para tomar la carretera recientemente asfaltada por la que recorremos un trecho hasta volver a internarnos en el monte, esta vez por una pista que termina abriéndose y nos regala una amplia panorámica de la rasa costera, y las montañas y picos que la escoltan. Desde hace rato, vemos el pico de Las Palancas, nuestro objetivo.





Se nos muestra altanero , al que nos costará llegar, tras vencer las grandes pendientes de los cortafuegos que lo rodean. Una vez allí, pensamos que ha merecido la pena el esfuerzo, porque realmente es maravilloso la inmensidad del paisaje que,divisamos en este día tan limpio y claro.





Aprovechamos el recreo para reponer fuerzas y tomarnos algún tentempié, que nos ayudará a continuar la ruta.
Iniciamos el inclinado descenso por el cortafuegos, que se hace dificultoso por la piedra suelta. Enseguida encarrilamos de nuevo la senda del Camino de Santiago. Nos conduce por la ladera de la montaña, en la que el tránsito se hace en ocasiones imposible, solo tenemos un pequeño y encajonado paso que ha labrado un arroyo, con agua y piedras muy resbaladizas, el resto es todo monte bajo, lleno de maleza con toxo alto y abundante que nos pincha continuamente. Una pena tener que ir tan pendientes de donde colocamos los pies, y no poder dejarnos embelesar por los paisajes costeros que nos acompañan en todo el tramo a nuestra derecha….



Siguiendo la indicación de las flechas y conchas del Camino, nos encontramos con el pueblo de San Pelayo, conocido de otras rutas. Lo atravesamos, y nos dirigimos por carretera a Cadavedo donde hemos dejado el coche a primera hora de la mañana y así dar por terminada esta ruta.


Consideramos una pena no esté mas acondicionada y cuidada, siendo una buena alternativa para los peregrinos, ya que la mayoría, hace el trayecto de esta etapa por carretera antigua N-632, perdiendo parte de la esencia de lo que supone el contacto con la naturaleza en estado puro.

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