CAMINANDO PASO A PASO

sábado, 22 de enero de 2011

Ruta Caminando por las Brañas de Valdes
















Entusiasmados por el paisaje y paisanaje de Valdés, decidimos seguir adentrándonos en su entorno alternando Montaña y Costa para mejor conocimiento.
Hoy vamos de visita a sus Brañas, y partiendo de las inmediaciones del pueblo llamado Ranón, cruzamos el río Esva por un puente cerca de Fijuecas, y dirección Bahinas.
Sin darnos opción a pensarlo, y convirtiéndose en la tónica que describirá la ruta de hoy, comenzamos a subir una cuesta muy empinada. Según vamos ganando altura, encontramos salpicando la montaña construcciones típicas de mampostería y pizarra. Nos fijamos que hay muchos hórreos o paneras grandes, la mayoría de 10 pegoyos, y no es extraño porque debido a la orografía y altitud de sus tierras, tendrán que conservar gran parte de sus víveres en esos contenedores naturales.
Estas tierras denominadas Brañas y sus habitantes, los vaqueiros, realizan una vida muy particular, son conocidos como vaqueiros de alzada y considerados un grupo étnico y cultural de Asturias cuya principal actividad es la ganadería. En otros tiempos mediante una trashumancia estacional, en el mes de mayo, dejaban la braña de invierno y se desplazaban, junto a su ganado, a las brañas de verano, en las zonas de pasto de los puertos de montaña, donde permanecían hasta el mes de octubre.



Así vamos pasando por pueblos como Llendecastiello, Brañaveriza y Lago, lugares poco habitados. En los que las carreteras serpentean las laderas de sus montañas, que haciendo verdaderas maniobras malabares para salvar los precipicios y desniveles, permiten el acceso y la llegada de comodidades a sus habitantes.




Por un cortafuegos, ascendemos al Pico Pomar, desde donde identificamos Cumbres ya visitados en otras rutas como Las Palancas, El Aguion, etc.




Hacer un alto en el camino y observar la costa desde el Pico El Acebo, es una sensación muy gratificante. Reconocer cada saliente que nos encontramos… A nuestros pies el pueblo y Cabo de Busto, a nuestra derecha Cabo Vidio y a la izquierda, Costa y alrededores de Luarca, también distinguimos claramente el espacio Natural Protegido de Barayo, y si la bruma de esta mañana no nos lo tapara…podríamos distinguir pueblos más occidentales.


Iniciamos un descenso por el cortafuegos, muy
empinado y dificultoso por la piedra suelta, que nos va conduciendo hacia el pueblo de Fijuecas en el que desembocamos a través de una pista entre pinos, igualmente inclinada., para después atravesar el puente sobre el río Esva, y volver al punto de partida en el pueblo de Ranón.




A lo largo de nuestro recorrido, nos hemos dado cuenta que la ruta seguida, no es la que en principio teníamos marcada, así que ya tenemos planeada una próxima visita para seguir “”Caminando por las Brañas de Valdés””.





Sábado 5 de Febrero, 2011
Hemos tenido que esperar una semana, porque el mal tiempo, nos impidió completar la ruta de las Brañas de Valdés tal y como habíamos planeado. Este sábado día 5 y acompañados por Carlos, en una mañana fría pero muy prometedora por el amanecer que hemos contemplado a primeras horas, comenzamos la ascensión.
El primer tramo, lo hacemos por el mismo recorrido que la vez anterior….pasando por Bahinas, LLendecastiello, Brañaveriza y Lago, desde donde contemplamos y reconocemos los picos y senderos de nuestra derecha, como son el Pico Pomar y el Pico el Acebo.



No podemos resistir la tentación de dejar testigo de nuestra visita a estas brañas, con un video, haciendo un barrido de las cumbres más conocidas. Algunas de ellas especialmente bellas con las nieves brillando en sus alturas.
En este punto, continuamos observando las praderías en pendiente extrema, y se repiten las edificaciones típicas de estas brañas.



Es muy curioso fijarse en los detalles que tienen estas construcciones, por las que pasan los años, y vemos como el ingenio humano es el mejor recurso utilizado para que sigan en pie, aunque lleven largas temporadas abandonadas.
Iniciamos el descenso, haciendo incursión en pistas forestales, en las que las aguas de lluvia han surcado el terreno, haciendo dificultosa la marcha. Estamos rodeados de monte autóctono, y como no…algún eucalipto. Pasamos por la Ermita de La O en Llendelabarca. Muy curiosa en su construcción, porque está soportada por unas columnas especialmente altas. Y tiene un pórtico esmeradamente tallado, http://www.lne.es/asturias/2011/01/21/decorado-historia/1022689.html




En continua bajada llegamos a la Villa de Trevias, el núcleo más poblado en esta zona.
En desnivel suave, pero continuo, alcanzamos la orilla del río Esva, y acompañados por su murmullo en un tramo, pasamos por Balsera. Pueblo singular, donde sus casas, siguen conservando la estructura del hórreo típico de esta zona y los molinos.
Así terminamos encauzando el final de nuestra ruta, en la que hemos disfrutado de un día soleado y estupenda temperatura…Un buen premio a comienzos de Febrero!!

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