CAMINANDO PASO A PASO

sábado, 24 de abril de 2010

La Cruz de Linares - El Loral


Este fin de semana volvemos a realizar una ruta por las montañas de los concejos Proaza y Yernes y Tameza. Para ello dejamos el coche en el pequeño aparcamiento que hay en el canto la Cruz de Linares, lo hacemos temprano con las primeras luces del día que nos anuncia que va a ser bueno por lo que esperamos disfrutar de las maravillosas panorámicas que por aquí se ven.











Nos encaminamos por una pista que es el recorrido GR 101 que ya caminamos en los fines de semana pasados, una antigua ruta de comunicacion denominada el Camin Frances, por el nos acercamos al pie del Pico Piurices desde donde divisamos nuestro objetivo de hoy el Pico El Loral.












Hacemos un pequeño alto para reponernos un poco de la continua ascensión desde el aparcamiento para seguidamente bajar por la ladera hasta la vega de Cuevallagar donde vemos
un corro que utilizaban los pastores y una gran
cueva que sirve frecuentemente al ganado para
protegerse del sol.






























Seguimos ascendiendo por la ladera hacia la cima del Loral entreteniéndonos con el ganado.












Una vez alcanzada la cima contemplamos el maravilloso paisaje y vemos que se acerca la niebla, por lo que emprendemos el descenso dirigiendonos hacia un pico denominado Polichega en el que hay una antena con repetidores de tv.







Descendemos por la ladera hasta la pista que nos lleva al repetidor donde desde este lugar tenemos una vista de Yernes maravillosa.
Aquí emprendemos el regreso por la misma pista hacia Cuevallagar, una vez alcanzada la vega subimos por la ladera hacia la collada al pie del pico Piurices donde retomamos el Camin Frances y acercarnos al aparcamiento donde damos por finalizada la ruta.

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sábado, 10 de abril de 2010

LA CRUZ DE LINARES - CALDOVEIRO




Hace ya tiempo que teníamos programada la subida desde La Cruz de Linares al Pico Caldoveiro pero debido a las grandes nevadas primero y a la lluvia después, lo hemos ido aplazando hasta que por fin este sábado las previsiones meteorológicas eran buenas y decidimos emprenderla.




Madrugamos mucho y así llegamos a la Cruz cuando el sol iniciaba su salida por el horizonte. El día estaba muy despejado a esa altura y la vista con los primeros rayos era fantástica. Debajo de nosotros las nieblas cubrían los valles sobresaliendo la parte alta de los montes como el Naranco, que parecía una isla en el mar de nubes.







Después de un tiempo contemplando el paisaje e inmortalizándolo en fotos, iniciamos la marcha por el llamado “Camín Francés”, antigua vía que comunicaba Oviedo con el Camín Real de La Mesa a su paso por la Vega de Cueiro.






Es una continua subida, a veces bastante pronunciada hasta que llegamos a la Portilla El Guamón que está sobre Cuevallagar.







A partir de aquí se hace mas fácil porque avanzamos por las praderías en ligero descenso hasta que al llegar a una cabaña muy bien arreglada, tomamos una pista que sale a la derecha, pronto se vuelve sendero otra vez y después de atravesar de varias colladas y pequeños valles llegamos al pie del Caldoveiro.




Solo nos queda descender 50 mts. a la hondonada y acometer la empinada ladera del pico de 170 mts. para alcanzar la cima. Aquí nos percatamos que estamos muy justos de tiempo, ya que tenia que estar Carlos a una hora determinada en casa, calculamos lo que nos puede faltar, el descenso y el retorno en coche y vemos que no nos da tiempo asi que decidimos retornar desde alli y aplazar la subida para el próximo sábado. Nos ha llevado mucho tiempo debido a las frecuentes paradas sobre todo para hacer fotos con la potente nueva cámara de Ramón.


El siguiente sábado volvemos a hacer la misma ruta para quitarnos la espina que nos quedó por no haber podido llegar a la cima del Pico Caldoveiro. Esta vez madrugamos aun mas, subimos con el coche hasta la portilla que hay dos kilómetros mas arriba de donde iniciamos la ruta el sábado pasado y no nos entretenemos nada mas que lo necesario, fotos de la ruta ya tenemos, con lo que llegamos a la cumbre a muy buena hora. Esto nos permite recrearnos en las maravillosas vistas y hacer el regreso por el mismo itinerario disfrutando del buen día.

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