CAMINANDO PASO A PASO

lunes, 21 de junio de 2010

Etapa4 : Requejo - Lubian





Salimos del pueblo de Requejo y por carretera nos encaminamos hacia el primer puerto de este Camino, El Padornelo.





Lo hacemos temprano como siempre y hoy la mañana está fresca antes de salir el sol, solo hay 4ºC.





Después de unos Km. abandonamos la carretera para dirigimos por el camino que nos indican las flechas, que parece ser la antigua carretera, y coronamos el Puerto del Padornelo.

En el descenso hacia Lubian lo hacemos a tramos por senderos y otros por asfalto, pasamos por el pueblo de Padornelo y, antes llegar a Aciberos, el camino se desvía a la izquierda de la carretera para descender por un sendero.





Pronto se hace impracticable porque un arroyo baja por el mismo camino por lo que optamos por retroceder y seguir por carretera. Poco más adelante Carlos se empeña en tomar otro sendero y llega a Lubian antes que nosotros que hemos seguido la carretera. Pasando por Hedroso llegamos a Lubian donde nos alojamos en el albergue municipal.
Es una antigua casa de dos plantas bien restaurada, mantenida y limpia, con los mínimos servicios necesarios.


Después de la ducha nos dirigimos al único bar que esta en la parte alta del pueblo, pero antes de comer Carmen y Ramón se dirigen al centro médico a consultar dolencias, Ramón la rodilla que aunque está mejor quiere que le de algún tratamiento y Carmen unas pequeñas molestias a la altura de la cadera nos tranquiliza diciendo que no es nada importante y que sigamos con lo que tomábamos.





Comemos y después de la siesta recorremos el pueblo que está muy bien, con grandes y elegantes casas de piedra, unas restauradas, otras nuevas, y las calles adecuadamente urbanizadas.






Desde un balcón de una casa rural nos saluda una señora norteamericana que estaba haciendo el camino y habíamos coincidido con ella en el albergue de Requejo. Bajando por el camino lleno de agua, resbaló y se cayó lastimándose la rodilla. El médico la diagnostico esguince y la recetó reposo por lo que nos decía que para ella se había terminado el camino, pero que lo haría de otra forma. Días mas tarde la encontramos de nuevo caminando. Nos contó que reposó dos días en Lubián y después fue a Orense en tren, y muy despacio pensaba llegar caminando hasta Santiago.


Charlando con un lugareño nos anima a que visitemos ““el cortello de los lobos””, que es una trampa de varios siglos de antigüedad consistente en un corral alto de piedra de unos 30m de diámetro donde se dejaba un cordero enfermo. Los lobos se lanzaban a por el y quedaban encerrados y luego los vecinos los encadenaban y los paseaban por el pueblo vivos atados a un burro haciendo una fiesta.











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