CAMINANDO PASO A PASO

lunes, 15 de julio de 2013

Ruta Sama de Grado - Buanga - Perlavia







Iglesia de San Esteban de Sama


Hoy nos hemos decidido a hacer una ruta que estábamos reservando para cuando coincidiéramos poder hacerla los cuatro del grupo.


Llegamos temprano a Sama de Grado y dejamos el coche en la explanada aparcamiento de la iglesia de San Esteban de Sama. Comenzamos a caminar en dirección al barrio de el Palacio en medio de una ligera niebla que nos acompañará gran parte de la ruta; atravesamos el pueblo y a la salida del mismo tomamos una pista que pronto se torna en una larga y fuerte subida hacia las inmediaciones del pico
Sierra de Buanga
Cascada del Buanga
Grandamiana, donde nos adentramos en un pequeño bosque con el camino muy enfangado que nos lleva a la carretera que va de San Andrés a Linares. Después de unos metros por dicha carretera volvemos a tomar una pista en dirección al Pico Plantón que dado la niebla que hay, optamos por no llegar a la cumbre y continuar ya en bajada por la Sierra del Buanga hacia el río del mismo nombre en medio de unos helechos tan altos que casi nos cubrían por completo. Por suerte el camino esta bien marcado y el sol ya empezaba a tomar fuerza y a disipar la niebla.
Valle de Tuñón
Llegamos al río, lo cruzamos y nos adentramos en un espeso bosque donde a los pocos metros escuchamos el ruido del agua en caída, por lo que nos dirigimos  hacia allí descubriendo una de las cataratas del Buanga, un lugar mágico del paraíso natural que es Asturias; da la sensación de que nos están vigilando los trasgus y las Xanas.
Disfrutamos de ese entorno un buen rato para luego continuar por el espeso robledal hacia el pueblo de Perlavia, recreándonos con las vistas del valle de Tuñón que por momentos la espesura nos lo permite.
Llegamos al pueblo el cual cruzamos para dirigirnos a la carretera AS - 313 que nos lleva de retorno a Sama punto final de la ruta.
Sama de Grado desde Perlavia










Etiquetas:

sábado, 6 de julio de 2013

Ruta: Subida al Gorfolí por Friera y regreso por Cenizal



Llegamos al aparcamiento del restaurante Blimar a las 8:30 de la mañana envueltos en una espesa niebla..... Hoy echamos en falta la compañía de Ramón y de Carlos, que por diferentes motivos no han podido venir y hacer la ruta.




Comenzamos a caminar subiendo por Las Cabañas hacia Taborneda. La temperatura era ideal para caminar..... Por la estrecha carretera que sube a Frierahay una excelente vista del valle de Illas, pero hoy con la niebla solo se apreciaba la abundante vegetación en los lados del camino.

Pasamos el pueblin de Friera cuando aun dormían hasta los perros.... hay una casa que nos llamó la atención por lo guapa y bien cuidada que está... con su hórreo y un coqueto  jardín frente a la casa, al otro lado del camino, donde se dibuja un dragón con los setos del cierre.


Al final del pueblo abandonamos la carretera, internándonos en el monte por una estrecha pista y después de un trecho de moderada cuesta llegamos a la cascada de Friera. Es una caída de unos 20 metros del arroyo Balbona, que no tiene mucho caudal, pero se mantiene todo el año.

A partir de aquí la pista se hace más pendiente, y más aun cuando la abandonamos para tomar un sendero que, con abundante vegetación, asciende por las crestas de las lomas hasta alcanzar el cortafuegos en su parte más elevada. Desde aquí ya comenzamos a ver el paisaje y calentar el sol como es propio de esta época.

 Entre los restos de la niebla se divisan las numerosas antenas que llenan el Gorfoli. Pronto alcanzamos la cumbre teniendo mermadas las vistas por los abundantes bancos de niebla existentes en los valles, pero siempre destacando por encima, las cimas desde Picos de Europa hasta la zona de Leitariegos.


El descenso lo hacemos por la pista de la cara sur hasta la collada con el Bufaran, donde tomamos una nueva pista abierta por la ladera del monte sin saber bien donde nos llevaría. Acabamos en las proximidades de Cenizal enlazando con la pista por la que teníamos previsto regresar.

Pasamos por San Zabornin y pronto nos encontramos disfrutando de la merecida cerveza, protegidos del fuerte sol por la sombrilla en el merendero de El Blimar.

Etiquetas: